EL DESTELLO
Señor de los espacios infinitos…
¡Bendito sea por siempre Tu recuerdo,
el eco de Tu Voz en el latido,
la sombra de Tu Luz en el silencio!
Dios de los corazones oprimidos,
que habitas en mi centro y en el tiempo,
ten paciencia con el pobre peregrino
que avanza por la noche de los miedos.
Si Tu Luz el horizonte me refleja,
rasgón por un instante desde lejos,
sabré que el Cielo espera con paciencia
y que el camino que transito es el correcto.
Un destello el alma me regala.
Dios está ahí, estoy certero.
Ahora sé que debo guardar calma,
que voy por el camino… estoy en ello.